
Es la unión entre un hombre y una mujer para ser una sola carne, principio bíblico Génesis 2:24 "Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne".
Sin embargo, diferentes posturas lo consideran una invención social que siempre está en evolución y construcción. Las sociedades antiguas priorizaban las alianzas por cuestiones de supervivencia de la familia no solo en reproducción, sino en posición, poder, bienestar social y económico; dejando de lado el amor romántico sin darle un papel fundamental.
Esta construcción ha dado lugar a que el hombre establezca sus propias leyes para la unión y el divorcio, desconociendo la autoridad divina en el matrimonio, lo que ha generado matrimonios por satisfacción e intereses individuales y no en satisfacción mutua que honre a Dios. Mateo 19:8 nos enseña como el divorcio es perpetuado por la dureza del corazón del hombre «Por la dureza de su corazón Moisés les permitió a ustedes divorciarse de sus mujeres; pero no ha sido así desde el principio«. La esclavitud no es el matrimonio sino el pecado no confesado en arrepentimiento, que no extiende su misericordia de los unos a los otros, perpetua la maldad y perversidad afectando el diseño original del matrimonio creado por Dios.

Es necesario comprender la seriedad de los votos matrimoniales, un pacto que se hace ante Dios y una relación marital que se fortalece por medio de la unión con Cristo en el amor y el respeto mutuo.
Psic. Marcela Gómez
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